Masturbado por la terapeuta

Cuando descubrió que el trabajo de modelo que había aceptado era para servir de apoyo en una terapia sexual, se puso nervioso. Pero era tarde, ya había firmado el contrato y no se podía echar atrás.

Tuvo que desnudarse completamente y dejarse masturbar por la terapeuta, mientras varias personas observaban y aprendían.

La chica resultó ser toda una experta, y le estaba proporcionando tal placer que era incapaz de disimular sus reacciones y gemidos, lo que le hizo sentir más vergüenza de que todas esas personas le estuvieran viendo así.

Pero ya no le importaba. La chica podía hacerle lo que quisiera. Era suyo. Le había hecho sentir como nunca había sentido. Quería más.